Sinopsis
Roberto, un hombre marcado por un
duro revés que arruinó y paralizó su vida hace más de veinte años, vive
atrincherado frente al mundo y en completa soledad. Sin embargo, un día, un
extraño acontecimiento logra sacarlo de su aislamiento y ponerlo de nuevo en
contacto con la realidad. (FILMAFFINITY)
Crítica original: http://www.mmcriticas.com.ar/2011/03/un-cuento-chino.html
HISTORIAS ABSURDAS PARA
COLECCIONAR
Por Martín Morales
Cinta que tiene un simple
objetivo y, con mucha fluidez y con un guión que se destaca por ser claro,
directo, en el que todos sus hilos se atan al final, se cumple
satisfactoriamente. Entretener aquí parece algo secundario, porque si bien el
humor está presente en casi todas las escenas, la historia se da el lujo de
entrar en terrenos dramáticos y absurdos que le aportan originalidad,
sentimiento y, por sobre todas las cosas, una riqueza argumental mayor a la
película.
La historia se centra en Roberto,
un ferretero ex combatiente en Malvinas, que vive solo, que está obsesionado
con su trabajo, que no se permite la entrada de un amor en su vida y que no
soporta la falta de respeto por parte de un tercero. Un día, mientras,
relajado, estaba tomando una cerveza, se le aparece un chino que no sabe una
palabra en español y que tiene que encontrar a su tapo (tío). Roberto, va a
intentar ayudarlo, pero la impaciencia y la falta de comunicación le van a ser
más fuertes que él y va a ser todo lo posible para deshacerse del joven. Poco a
poco, se va a dar cuenta que ese muchacho lo va a ir ayudando a cambiar su
estilo de vida.
Esta película es muy simple, pero
es una de esas en la que no se dejan cabos sueltos ni nada está introducido de
manera inconclusa y sin una intención. Este es un relato redondo, que todo
tiene su importancia y su necesidad.
Comenzando con una muy bien
lograda descripción del protagonista, acentuando su estilo rutinario y
caracterizándolo como un cascarrabias que solo le importa su pensar, y nunca
dejando de lado el humor que dichos momentos necesitan para que su personalidad
pueda profundizarse, la película introduce a un amor platónico, Mari; a un
cliente que le hace la vida imposible; a una familia prejuiciosa y al chino
perdido que necesita de su ayuda, entre otros personajes. Cada uno de ellos
tiene su momento, en especial la aparición de Vivian El Jaber, que es muy
corta, pero muy divertida. A su vez, siempre se mantiene un mismo estilo de
humor, acentuándose en la irónica aventura de Roberto y en cada una de las
expresiones de su rostro que van mostrando su personalidad.
Pero, y es allí donde aparece lo
más atractivo de la película, la misma, al mismo tiempo que mantiene un mismo
estilo humorístico, nunca yéndose de lugar ni introduciendo chistes de mal
gusto o irrespetuosos (algo en lo que pudo caer muy fácil), el estilo visual
que aquí se desarrolla también tiene una coherencia y una sencillez que lo hace
destacable. El relato en Buenos Aires comienza con una toma dada vuelta (visión
de China), hay muchos primeros planos al rostro de Roberto, muchos desenfoques
que quedaron perfectos y una economía de recursos, en especial en mostrar los
lugares cerrados y los pocos abiertos, que enriquece y le aporta emoción a la
historia (solo mirar el mueble destruido, por ejemplo). A su vez, aquí se
presenta un absurdo que se va convirtiendo en un sensato y realista
acontecimiento, que va acompañado por una locura muy medida visual y musical.
El uso de los efectos especiales es muy bueno, en especial en la escena en
Malvinas y en cada una de las noticias que el protagonista va leyendo.
Otra de las características que
hacen de este relato una redonda y muy entretenida experiencia, es la calidad
de las actuaciones, en especial la de Ricardo Darín. Aquí él le brindó
expresión, realismo, y todos los sentimientos que en un momento el personaje
femenino, Mari, le dice en la cara. Su trabajo es excelente y logra destacarse
en cada una de las escenas en la que está presente. Ignacio Huang también está
muy bien, en especial en darle ese espíritu inocente y educado que su rol
posee. Muriel Santa Ana, muy expresiva y dándole vida al amor platónico de
Roberto, está muy bien.
"Un Cuento Chino" es
una de esas cintas nacionales que divierten, que son sencillas y que a la vez
dejan un mensaje para pensar y debatir. Una película redonda, en la que todo tiene
su justificación y su lucidez. Muy bien actuada, con un guión muy bien escrito
y una fotografía que se luce en muchas oportunidades. Divertida y muy
argentina. No se la pierdan.
UNA ESCENA A DESTACAR: la cena
comiendo puchero y Malvinas.
Título original: Un cuento chino
Año: 2011
Duración: 93 min.
País: Argentina
Director:Sebastián Borensztein
Guión: Sebastián Borensztein
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Rolo Pulpeiro
Reparto
Ricardo Darín, Ignacio Huang, Muriel Santa Ana, Iván
Romanelli, Vivian Jaber, Enric Cambray, Pablo Seijo, Joaquín Bouzas
Productora: Coproducción Argentina-España; Pampa Films /
Tornasol
Género: Comedia. Drama | Comedia dramática
Premios
2011: Festival de Roma: Mejor película, Premio del
público
2011: Premios Goya: Mejor película iberoamericana
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